domingo, 6 de enero de 2019

Microrrelato: Poema al monstruo del armario

Hoy presento aquestos versos,
microrrelato esto no es,
es el poema para el monstruo
que en tu armario siempre ves.

Si encuentras fallos de métrica
corrígeme los errores
pero piensa que soy nuevo,
no me saques los colores.

Poema al monstruo del armario


Este monstruo del armario
anda siempre escondido,
no se sabe que le pasa
ya no sale de su nido.

La niña le echa de menos,
era su mejor amigo,
tenían un pacto sellado,
estaré siempre contigo.

Al abrir aquella puerta
nunca se le ve presente
y eso que antes aparecía
con sólo tenerlo en mente.

"Monstruo, sal ya de una vez,
sé que andas por aquí dentro,
si por las noches no estás
para dormir no me centro".

Una noche el monstruo sale
con la niña ya soñando,
se sienta justo a su lado,
el pobre viene llorando.

"No te encariñes con niños,
muchos monstruos me aconsejan,
que cuando se hacen mayores
al final siempre nos dejan.

Algunos pasan de creernos
y así desaparecemos,
otros nos cogerán miedo
por si acaso los comemos.

Así que mejor me marcho,
abandono ya este armario
y recojo mis maletas,
me cambio de vecindario".

Un beso le da en la frente
y suelta una lagrimita.
La niña le está mirando,
¡si no estaba dormidita!

"Tonto peludo sin seso,
haberme dicho aquello antes,
pues por nada te dejaría,
ni por oro ni diamantes.

Aquí ahora yo te prometo
que nunca podré olvidarte
y el día que me vuelva adulta
no será para apartarte.

En mi armario siempre habrá
espacio para tu nido
y además yo te tendré
en mi corazón protegido".

Los dos se abrazan y lloran,
¡qué feliz es la inocencia!
Por suerte ella es cabezota
y siempre peca de decencia.

Años más tarde ella crece,
deja muy atrás la niñez,
pasan los años, aprende,
y llega a la madurez.

Vive su vida, se casa,
trabaja y cuida a su hijo,
el día a día mucho la agota,
ya no tiene un sueño fijo.

Pero pide a su pareja,
no preguntes la razón,
hueco libre en el armario,
aunque sea sólo un cajón.

Nunca contó nada a nadie
pero cumplió con su trato,
aquel monstruo la acompaña
en su vida todo el rato.

Y él le cuenta cierta noche
muy feliz, todo orgulloso,
que a su hijo bien le protege
otro amable ser monstruoso.

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