¡Muchas frikicidades!
Esta vez no hay preparada ni frikimemez ni nada, así que habrá que recurrir a la del año pasado (¡qué vago!): frikimemez 2018.
¡Me repito! |
Pero hoy también es el día de la toalla,
Don't panic! ¡Feliz día de la toalla!
Y es de eso de lo que venía a hablar. Otro día del santoral friki, pero no tan conocido como el del orgullo friki.
Tengo que admitir que yo, hasta hace poco, tampoco sabía exactamente el porqué de esa fecha, sabía que se celebraba y por quién era, pero no por qué era ese día.
Así que un día estaba divagando por cosas que no venían a cuento, a raíz de la muerte de Stan Lee, el pasado día 12 de noviembre. Aquella vez me dio por pensar que a lo mejor a alguien se le ocurría dedicarle ese día en años posteriores, en plan homenaje, para algún nuevo tipo de celebración friki. Ya existe el Día Nacional de los Superhéroes en Estados Unidos, creado por los propios empleados de Marvel, pero no el Día Internacional de los Superhéroes, yo lo dejo caer.
Ojo que este post lo hice por aquel entonces (en noviembre) y lo he estado guardando para ahora, así que tiene solera de 7 meses (ya olía el blog y todo a rancio... ah, no, que ese es el olor normal de este blog).
De ahí me dio por pensar en otros días de la misma catadura y llegué al día del orgullo friki y, por tanto, al día de la toalla, el 25 de mayo.
Y claro, nunca me había cuadrado la fecha, ¿por qué sería el 25 de mayo? Así que me puse a investigar... bueno, investigar, investigar, es un decir...
Para ponernos en situación, tenemos que decir que ese día está dedicado a Douglas Adams, el autor de la "trilogía" de la Guía del Autoestopista Galáctico (una trilogía en cinco libros, más un sexto libro de otro autor, Eoin Colfer "Y una cosa más...").
Y es en ese libro (en el primero, con el mismo nombre que la trilogía), donde descubrimos que, una de las cosas más importantes para todo buen autoestopista galáctico, es llevar siempre una toalla consigo. Ya está, ya sabemos de donde viene lo de la toalla. Sí, es una chorrada tan grande como un templo, pero es una de las grandes y magníficas chorradas de ese libro.
¿Y por qué se celebra el día de la toalla el 25 de mayo? Ahí es donde tenía yo mi gran duda, porque Douglas Adams nació el 11 de marzo de 1952 y murió el 11 de mayo de 2001, así que ninguna de las dos fechas coincide.
La fecha es justamente dos semanas después de su muerte. Ya puestos a añadir una fecha que nada tiene que ver con su nacimiento o fallecimiento, yo siempre había pensado que lo suyo habría sido crear una cuaresma galáctica, 42 días después de su muerte, uno de los números frikis más significativos. Eso del 42, si tampoco sabéis su simbolismo... pues no os lo voy a explicar, pero es algo tanto o aún más significativo que la propia toalla en los libros de Douglas Adams. Si queréis saberlo, a leeros el primer libro (o a ver la película, que la hay, aunque no sea muy buena... o a buscar por Internet, que ya sois mayores para saber hacerlo).
Como me enrollo, ¿no?
A lo que íbamos, para resolver la duda del motivo de esa fecha, no hay nada como ir al sitio oficial, que lo hay, http://www.towelday.org/faq/index.html#whydate (en inglés), y así descubrimos su origen. Sí, he vuelto a divagar para acabar poniendo un enlace... Os lo he dicho, investigar, lo que se dice investigar, tampoco lo hice mucho.
Y la fecha no deja de ser algo meramente práctico. Tras su fallecimiento en 2001, para cuando se le pudo organizar un homenaje en forma de Día de la Toalla (el primero), ya habían pasado dos semanas y era 25 de mayo. Así que se acabó manteniendo la fecha de dicho primer homenaje.
Años más tarde, en 2006, comenzaría a celebrarse también el día del orgullo friki, que es la fecha del estreno de Star Wars, pero ese es ya otro cantar.
Sobre la trilogía (recordemos, trilogía en cinco libros más uno), tengo que admitir que a mí el primer libro me encantóquizá un poco por el montón de locuras raras que pasan: Arthur Dent, un humano que consigue huir de la Tierra antes de que pase algo que no voy a mencionar, acompañado por su amigo For Prefect, que resulta ser el escritor (alienígena) de la Guía del Autoestopista Galáctico. El libro cuenta sus peripecias recorriendo el universo con el Presidente Galáctico de dos cabezas, otra humana (oh, casualidades) que ya conocía Arthur Dent de una fiesta en la que intentó ligársela mucho tiempo atrás y un androide megainteligente e hiperdeprimido, en una nave robada, la más rápida del universo gracias a su campo de improbabilidad.
Del resto de libros, ya no tengo tan buena opinión (ni apenas recuerdo, sólo la sensación que me produjo su lectura). Me faltan por leer el cuarto y el quinto, pero los restantes no me apasionaron, así que se han quedado pendientes.
Curiosamente, como si fuese un capítulo del propio libro de Douglas Adams, el tercero me lo dejó una gran amiga (la vida, el universo y todo lo demás) y yo estaba muy contento por no haber tenido que comprármelo. Hasta que un día llevé una bolsa a un contenedor de ropa usada y pensé "guardo el libro en la bolsa para no llevarlo en la mano y, antes de tirarla, lo saco"... Sí, una muy mala idea. Son de esas veces en la que estás cerrando la compuerta del contenedor de forma automática, con tu cerebro pensando "¡no, no, no!", pero tu cuerpo actuando a su bola. Al final, tuve que comprar el libro y ni siquiera me lo quedé yo :D.
Y, después de todo esto, no olvidéis sacar hoy vuestra toalla, por si acaso vienen los vogones y nos hace falta... ¡feliz día de la toalla!
Las temáticas más particulares y "frikis" esconden historias preciosas de las que todo el mundo se enamoraría si las conociese. No es solo una figura o un juego de rol o de mesa, son las hazañas que vayas haciendo con tu personaje las que marcarán su destino y contarán tu historia.
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