Hace algo menos de treinta años, en una mazmorra cuadriculada sin mucho sentido, había un mago transmutador malvado en una sala llamado Goznar el Rojo. No es que fuese comunista, solo malvado (ya sabéis, rojo es malo, por lo que sea). Ni siquiera era el malo final de mazmorra, simplemente estaba allí, en una sala, esperando enfrentarse a los aventureros por alguna razón sin sentido (o a lo mejor sí que la había y no lo recuerdo), pero podría ser mi primer PNJ secundario con nombre.
Como me gustó el nombre, tiempo más tarde, cuando mis jugadores de AD&D me dejaron ser jugador en mi propia campaña (error del que más tarde me arrepentiría cuando cada nuevo máster dejaba regalitos mágicos que solo les valía a sus personajes), me hice un personaje llamado Goznar el Azul (ya sabéis, azul es bueno, por lo que sea).
Por aquel entonces yo era un poco munchkin (o solo powergamer, no sabría decir), así que lo que se me ocurrió era que lo mejor que me podía crear era un humano de clase dual clérigo/ladrón/mago. Me encantan los magos, es mi profesión favorita, pese a ser también de las que menos he jugado. Así que el camino de ese personaje (con un objetivo puramente mecánico y para nada interpretativo... ya he dicho que era un auténtico munchkin) ya estaba marcado: conseguir habilidades de ladrón, conjuros de curación y, finalmente, conjuros de verdad.
En AD&D 2ª edición, los humanos no pueden ser multiclase, pero sí categoría dual, que era algo parecido pero no igual. Cuando te haces un dual, primero te coges una clase y, cuando quieres y siempre que cumplas con los requisitos, puedes abandonar esa clase para siempre y cogerte una nueva. Ya no adquieres más niveles en la clase antigua y comienzas en nivel 1 de la nueva, pero mantienes los poderes de la anterior (si no hay alguna restricción que te lo prohibiese).
En cualquier caso, Goznar el Azul murió antes de llegar a ser mago. Como me dio mucha pena dejar esa gran idea de personaje (mecánica y no interpretativa), me cree un personaje que iba a seguir el mismo camino, Markus (a secas, sin color asociado). Tampoco llegó a mago porque me cansé de los mangoneos de mis jugadores cuando ellos dirigían y decidí que esa campaña solo la dirigía yo (y, desde entonces, ya no volví a ser jugador con ellos y solo máster). Markus se quedó como PNJ que apareció en alguna aventura para ayudar a los PJ, pero yo no volví a pisar las tierras de Aquilonia (la no-auténtica) como jugador.
Y de esa estupidez viene mi nick. Un nombre creado por casualidad de un PNJ que solo vivió un combate y un PJ que tampoco duró mucho más. Un nombre que solo he oído pronunciar bien al hijo de un amigo, porque todo el mundo acentúa en la O (Góznar) cuando realmente el nombre está en castellano y se debería pronunciar como tal (Goznár). Aunque tengo que admitir que, a estas alturas, a mí a veces también me cuesta recordar cómo se pronunciaba 😅.
Y tu nick, ¿viene también de alguna partida de rol?
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