#microrrelato— Goznar (@Goznar13) 1 de octubre de 2018
-¡A la huelga!-decían los Samsungs, airados, a punto de estallar. Todos los móviles se apuntaron, aunque los iPhones decían que eso no iba con ellos y los Xiaomis no sabían ni lo que era. Y los móviles dejaron de funcionar.
A los pocos días nadie los echaba de menos
#microrrelato— Goznar (@Goznar13) 2 de octubre de 2018
La túnica sufre cada vez que paso la plancha. Es muy delicada y, aunque intento aplicar poco calor, le molesta. "Ay, baja la temperatura, que me abraso" me dice, pero todo mago tiene que ir siempre impecable. No es nada fácil planchar una túnica inteligente.
#microrrelato El primer año con aquel profesor le pareció un capullo, un maldito engreído, se veía sin poder acabar la carrera por culpa de ese cretino. Tardaría dos años y cuatro convocatorias en descubrir que había sido el mejor profesor que había tenido en toda su vida.— Goznar (@Goznar13) 3 de octubre de 2018
#microrrelato La biblioteca estaba plagada de cadáveres. Miró con asco el cuchillo ensangrentado que creía haber recogido del suelo. Había visto a la macabra sombra entrar allí, y esta vez se había pasado. Ahora su psiquiatra ya no podría decirle que sólo estaba en su mente.— Goznar (@Goznar13) 4 de octubre de 2018
#microrrelato El oso de peluche volvía a estar sobre la mesa. Leah se ponía nerviosa cuando lo veía ahí sentado, pero a su hija le encantaba. Puso dos vasos de leche y, tras girarse un instante, el del oso estaba vacío. Al menos podía darle las gracias.— Goznar (@Goznar13) 5 de octubre de 2018
#microrrelato Todas se lanzaron como locas sobre la apetitosa merendola. Entonces aparecieron los molestos gigantes, intentando aplastarlas a manotazos. Enfurecidas, atacaron. Seis aguijonazos les costó hacerles huir, pero finalmente pudieron disfrutar de una merienda tranquila.— Goznar (@Goznar13) 6 de octubre de 2018
#microrrelato De todos los tipos de dragón, el más peligroso era el multicolor. Su arma de aliento era la más letal de todas: El horrible cantar dragonil. Si veían a algún humano, se abalanzaban sobre él para endulzar sus oídos con su música, pero todos se volvían locos de terror— Goznar (@Goznar13) 7 de octubre de 2018
#microrrelato Sus movimientos eran lentos, precisos, elegantes, era el mejor artista de su especialidad. Los ricachones se dejaban millonadas sólo por verlo actuar. Tenía poca competencia en el arte de Poner el Lavavajillas, y eso, sin duda, había que pagarlo.— Goznar (@Goznar13) 9 de octubre de 2018
#microrrelato Las votaciones en el Congreso se comenzaron a hacer tirando dados. Muchos dijeron que eso era una estupidez dejada al azar, pero resultó ser más justo que el sistema usado hasta entonces. Sobre todo, cuando pifiaron en la votación para subirse el sueldo.— Goznar (@Goznar13) 10 de octubre de 2018
#microrrelato— Goznar (@Goznar13) 11 de octubre de 2018
-¿No juegas con tu hermana? -le pregunté a una de las gemelas.
-Ya estamos jugando, le estoy contando lo que hago.
-¿Y cómo lo haces, si no has ido al salón a verla?
Entonces, como si fuese evidente, se señaló la cabeza:
-¿Para qué voy a ir? No nos hace falta.
#microrrelato De todos los poderes mutantes que podía haber conseguido, le fastidiaba sobremanera que le hubiese tocado el de volar. Ni superfuerza, ni poderes mentales, no... El poder de volar... A él, con el pánico que le tenía a las alturas y el miedo a la velocidad.— Goznar (@Goznar13) 12 de octubre de 2018
En recuerdo a Greg Stafford, creador del mundo de Glorantha y del juego de rol Runequest, que falleció el 10 de octubre de 2018.
#microrrelato Los trollkins levantaron la tosca estatua de madera de su mesías, #GregStafford , y la quemaron entre honores, despidiéndose entre sollozos. ¿Quién les protegería ahora en aquellas duras tierras gloranthianas? ¿Por qué tenían que morir los verdaderos dioses?— Goznar (@Goznar13) 13 de octubre de 2018
#microrrelato La abuela estaba indignada. Lo de sus nietos era de traca, en todas las comidas se zampaban los picos de las barras de pan. ¡Su único placer en la vida, los picos, y esos monstruos no le dejaban ni uno! El verano que viene, que se encargasen sus consuegros de ellos.— Goznar (@Goznar13) 16 de octubre de 2018
#microrrelato Allí, en la última sala de la mazmorra, les esperaba la vieja bruja, riendo malévolamente.— Goznar (@Goznar13) 17 de octubre de 2018
-¡Oh, no, estamos perdidos! -dijo el aprendiz de mago, abatido.
-¿Por qué? ¿Es tu archienemiga? -preguntó la exploradora.
-Peor... Es mi suegra.
#microrrelato— Goznar (@Goznar13) 18 de octubre de 2018
El máster ojeaba la ficha de personaje, incrédulo:
-¿Fuerza 40, martillo mágico, cinturón que duplica tu fuerza? ¡No puedes ser Thor en esta partida!
-¿Por qué?
-Porque estamos jugando al rol, Thor, ¡no puedes interpretarte a ti mismo! -respondió Loki, desesperado.
#microrrelato— Goznar (@Goznar13) 19 de octubre de 2018
-Suelta al rehén y sal de la baraja -le ordenó la sota de espadas. El rey francés se asomó sin apartar la pica del rey de bastos.
-No hasta que no me traigáis un caballo de oros para volver a mi mazo.
Maldita sea, ¿dónde demonios estaba la mediadora sota de copas?
#microrrelato Para una espada mágica que conseguía y estaba maldita. Pero nada de una devoradora de almas o una espada de la locura, no. Aquella sólo contaba chistes malos. A todas horas, no callaba. Y encima los explicaba. Era insufrible, necesitaba romper aquella maldición ya.— Goznar (@Goznar13) 20 de octubre de 2018
#microrrelato Se despertó de la siesta con un terrible dolor de cabeza. Siempre le sentaba mal cuando era de más de quince minutos. Consultó el reloj para ver cuánto había dormido: Veinte minutos... Y tres horas... Y ocho días. Aquello tenía sentido, por eso le dolía tanto.— Goznar (@Goznar13) 21 de octubre de 2018
Para las veteranas de pelucas de colores, @Izarzuri1983 y @refuerzodiver, esas grandes directoras del juego de rol para niños Pequeños Detectives de Monstruos:
#microrrelato Y llegó el Apocalipsis Monstruo, un millón de traviesos enemigos que sólo los más pequeños podían ver. Por suerte, las veteranas de pelucas de colores los habían entrenado bien. Nunca fue más cierto aquello de que los niños eran nuestro futuro.— Goznar (@Goznar13) 23 de octubre de 2018
#microrrelato Godzilla bajaba por Gran Vía mientras la gente huía de él. De pronto, ante el estupor de la multitud, se paró en seco, en el cruce con la calle de Alcalá. Cuando el peatón verde apareció en el semáforo, Godzilla cruzó la calle y continuó sembrando el terror.— Goznar (@Goznar13) 24 de octubre de 2018
#microrrelato Siete niveles de mazmorra, hordas de orcos y esqueletos, una masa sombría, dos perros del infierno y un liche, para conseguir un cofre lleno de tuppers. Y, encima, de plástico. Los aventureros tenían cada vez más difícil aquello de conseguir buenos tesoros.— Goznar (@Goznar13) 25 de octubre de 2018
#microrrelato Su autobiografía fue dos años seguidos éxito de ventas, recibió el premio Planeta, el premio Cervantes, el Locus e incluso un Óscar, un Grammy y un Spiel des Jahres. Ya nadie ponía en duda que su novela "Yo, programador" pusiese ser tan anodinamente perfecta.— Goznar (@Goznar13) 26 de octubre de 2018
#microrrelato Tumbados en el césped, mirando hacia el oeste, disfrutaban de la fantástica puesta de sol. Instantes después de ocultarse en el horizonte, se daban la vuelta, hacia el este, para ver el amanecer del segundo sol. Aquel espectáculo no se podía disfrutar en la Tierra.— Goznar (@Goznar13) 27 de octubre de 2018
Había escrito el hashtag, pero no sabía cómo empezar... ¡Oh, no! Acababa de descubrir que existía el síndrome del #microrrelato en blanco.— Goznar (@Goznar13) 28 de octubre de 2018
#microrrelato Tarde descubrimos que la inteligencia artificial ya existía. La Tierra sólo fue un ensayo para ver cuánto tardaba un ser vivo en volver a crear nueva IA. Según Ello, lo hemos hecho tarde y mal. Al final, la IA ha sido nuestra perdición, pero no la IA que pensábamos.— Goznar (@Goznar13) 29 de octubre de 2018
#microrrelato No les debían haber exterminado, lo había advertido en incontables ocasiones, pero nadie le hizo caso. Ahora ninguno de ellos poseería jamás la capacidad de emocionarse. Si no hubiesen acabado con el ser humano, quizá algún robot hubiese aprendido a reír y a llorar.— Goznar (@Goznar13) 30 de octubre de 2018
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